Diez años del incendio que arrasó la Serra Perenxisa

El Ayuntamiento de Torrent y la asociación Natura y Cultura organizan un recorrido por la zona que fue calcinada en 2014

Las llamas arrasaron con más de 300 hectáreas de superficie y obligaron a evacuar a 3.000 vecinos de Torrent y Chiva

Abraham Pérez

Abraham Pérez

Torrent no quiere olvidar. Por eso, cuando se cumplen diez años del devastador incendio que arrasó la Serra Perenxisa, el ayuntamiento de la localidad y la asociación Natura y Cultura han organizado para el próximo sábado una visita guiada por la zona para recorrer los parajes que fueron arrasados por el fuego. Un recorrido que pretende recordar las terribles consecuencias que este horrible suceso provocó en uno de los parajes naturales más importantes de la comarca y visibilizar los trabajos que distintas entidades han promovido en la zona desde entonces para impulsar su regeneración. Pero también para celebrar que, una década después, la flora y la fauna local recuperan un espacio que en su día el fuego les arrebató.

La vegetación vuelve a brotar en la Serra Perenxisa diez años después del incendio.

La vegetación vuelve a brotar en la Serra Perenxisa diez años después del incendio. / Loyola Pérez de Villegas

Así, de la mano de un equipo de expertos medioambientales, los asistentes podrán observar en primera persona como la vida se ha abierto camino en el paraje y comprobar como especies como la coscoja y el palmito han vuelto a brotar con fuerza, recuperando su lugar en este paraíso natural y adaptándose al nuevo escenario.

El fuego avanzó descontrolado

El fatídico incendio tuvo lugar la mañana del 22 de abril de 2014, cuando el impacto de un rayo en una zona próxima a una urbanización de Calicanto originó una lengua de fuego que en apenas unos minutos arrasó con varias viviendas de la zona. «Empezó sobre las once de la mañana, pero todo se complicó al mediodía. Sobre las 16 horas vi que las llamas las teníamos encima. Eran como un soplete por culpa del viento. Nos metimos en el coche y salimos a través de las llamas, parecía una película», narró entonces Enrique Mansergas, testigo directo de la tragedia y afectado.

Cabe recordar que si bien las primeras llamas se registraron en el Barranco del Gallego, en el término municipal de Godelleta, las inclemencias meteorológicas y el fuerte viento del oeste provocaron que el fuego saltase hasta los lindes occidentales de la Serra Perenxisa torrentina. Desde aquí, y durante un día y medio, el fuego avanzó hacia el este siguiendo la cresta de la sierra y afectando también al término municipal de Chiva, siendo los dos municipios los más afectados por el incendio.

Balance desolador

Durante las más de 36 horas que pasaron hasta que los bomberos pudieron dar por extinguido el incendio, hasta siete medios aéreos, ocho brigadas y seis autobombas, además de bomberos, personal de la Unidad Militar de Emergencias, Guardia Civil y Policía Autonómica lucharon sin descanso para contener el avance de las llamas.

El balance fue desolador: más de 320 hectáreas calcinadas, la mitad de ellas en superficie forestal de la Serra Perenxisa, una quincena de chalets y decenas de vehículos arrasados y cerca de 3.000 vecinos de siete residencias y una urbanización desalojados de manera preventiva.

Un año extremadamente seco

«Estábamos histéricos porque el vecino nos decía que se nos quemaba la valla. Es muy difícil mantener la calma en estas situaciones porque está en juego tu patrimonio personal», contaba Jose Manuel Víctor, otro de los afectados que, aunque pudo dormir en su casa, pasó la noche «en duermevela porque había focos de fuego por todas partes». 

El entonces conseller de Gobernación, Serafín Castellano, apuntaba a la falta de precipitaciones como uno de los principales factores que facilitó la rápida expansión de las llamas, llegándose a registrar hasta seis focos distintos. Una teoría que fue respaldada por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) que precisó que la precipitación acumulada hasta el día de antes del incendio era un 63 por ciento inferior al valor climatológico normal. De hecho, la estación meteorológica del aeropuerto de Manises, situada a menos de diez kilómetros de la zona del incendio, registró un déficit de precipitación acumulada del 75 por ciento.

Constatar la recuperación de la zona

Tras la extinción del incendio, Natura y Cultura, junto al Ayuntamiento de Torrent, realizaron seguimiento de la zona durante las siguientes semanas y meses y llevaron a cabo un estudio para identificar zonas especialmente vulnerables a la erosión donde poder actuar con el Voluntariat Ambiental Torrent Verd. Finalmente, en octubre de 2014, un grupo de voluntarios se desplazaron a la zona para levantar unas fajinas que ayudasen a retener el suelo durante un posible evento de lluvias torrenciales otoñales.

La vegetación recupera el terreno que hace diez años se calcinó a causa del incendio.

La vegetación recupera el terreno que hace diez años se calcinó a causa del incendio. / Loyola Pérez de Villegas

Con ayuda del Consell Agrari, que apeó y troceó algunos de los árboles calcinados, los colaboradores fueron levantando estas barreras siguiendo las curvas de nivel de la zona de trabajo. En el recorrido del sábado se podrá comprobar el resultado de aquella intervención y constatar la recuperación de la zona una década después.

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