Los tres grandes bancos tras la fusión BBVA-Sabadell coparían el 56 % del sector en la C. Valenciana

Al margen de la pérdida segura de una de las dos sedes sociales de grandes entidades financieras que ahora mismo alberga la Comunitat Valenciana -la alicantina del Sabadell y la de CaixaBank, en València-, la posible fusión entre el banco catalán y el BBVA implicará una menor competencia en el mercado financiero y, en consecuencia, una mayor concentración en el sector, a pesar de que este territorio tiene la singularidad de contar con el mayor número de cajas rurales de España.

Red

Los datos del Banco de España en cuanto a la red de oficinas son bien elocuentes. El Sabadell, con 211, y el BBVA, con 192, sumarían, de consumarse la absorción del primero por el segundo, un total de 403 sucursales en la Comunitat Valenciana, aunque es evidente que ese número se reducirá conforme avance la operación y se produzcan los acostumbrados cierre de establecimientos y despidos de trabajadores. En cualquier caso, la fotografía tras la fusión sería que el nuevo banco pasaría a ocupar la primera plaza en la red bancaria, por delante de CaixaBank, con 358. La tercera posición, en el subsector de los bancos, correspondería al Santander, con 172. En consecuencia, tres entidades, en lugar de las cuatro actuales, sumarían 933 sucursales o, lo que es lo mismo, coparían el 84 % del mercado valenciano en ese ámbito, que alcanza los 1.110 establecimientos.

Dicho porcentaje, no obstante, baja hasta el 56,2 % si tomamos en consideración el conjunto de las redes de oficinas que tiene el conjunto del sistema financiero español en la Comunitat Valenciana, es decir, si sumamos también a las cooperativas de crédito y a las cajas de ahorros. Las cajas rurales tienen un peso específico en cuanto a presencia física en la autonomía, como prueba el hecho de que este territorio acapara casi la mitad de las entidades de este subsector que hay en España: tres decenas de poco más de 60.

Durante la crisis financiera iniciada en 2008, Cajamar absorbió a tres de las grandes rurales valencianas -Ruralcaja, Caja Campo y Caixa Castelló-, motivo por el cual su presencia en la autonomía es considerable. De hecho, al finalizar el año pasado, contaba en la región con 277 oficinas, lo que la situaba en la segunda posición del escalafón tras CaixaBank. Si Sabadell y BBVA se fusionan, perderá un plaza. En el Grupo Cooperativo Cajamar figuran dos decenas de rurales valencianas que consolidan con esa entidad aunque mantienen su independencia formal. Ya más lejos aparecen otras dos firmas de este subsector: Caixa Popular, con 74, y, con 50, la Central de Orihuela, que es la mayor de las rurales con sede social en la autonomía y que no están con Cajamar.

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Caja de ahorros

El ranking autonómico se completa con Caixa Ontinyent (43 sucursales), que es una de las dos únicas cajas de ahorros que sobrevivieron a la reconversión del sector en la década pasada en España. Fue el tiempo en que la Comunitat Valenciana perdió casi todo su poder financiero. Bancaja (a través de Bankia) y el Banco de Valencia acabaron en CaixaBank y por eso (y por la deriva independentista catalana de 2017) esta entidad mantiene su sede social en València. La CAM cayó en manos del Sabadell y este, también en 2017, trasladó su domicilio social a Alicante, la misma ciudad que ahora verá cómo se va el banco si se consuma su absorción por el BBVA.

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